Las matemáticas han jugado un papel crucial en el surgimiento y desarrollo de la civilización, actuando como un lenguaje universal que nos permite comprender el mundo. Desde las antiguas civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, los humanos han utilizado las matemáticas para resolver problemas cotidianos como el cronometraje, la construcción de monumentos y la agricultura. Según el proyecto de Rede, la simetría es una de las herramientas matemáticas más antiguas y nos ayuda a percibir el orden y la belleza del universo. Estas primeras aplicaciones prácticas ayudaron a sentar las bases del conocimiento científico, allanando el camino para avances más abstractos. Sin las matemáticas no sería posible el desarrollo de la ingeniería, la arquitectura y otras disciplinas.
A lo largo de la historia, las matemáticas no sólo han resuelto problemas prácticos, sino que también han reflejado los valores culturales de diferentes civilizaciones. Por ejemplo, Antropología digital en arquitectura destaca cómo los antiguos griegos utilizaron la proporción áurea en edificios como el Partenón para crear armonía visual y simbolizar el orden y la perfección cósmicos. De manera similar, las pirámides de Giza en Egipto utilizaron conocimientos avanzados de geometría y utilizaron proporciones para representar conceptos de estabilidad y trascendencia en el más allá. Estos edificios no sólo cumplían funciones prácticas sino que también reflejaban las creencias espirituales y filosóficas de su cultura. Por tanto, las matemáticas actúan como un puente entre el mundo material y los esfuerzos espirituales. La relación entre matemáticas y arquitectura también destaca el intento de la civilización de relacionar el diseño con la experiencia humana.
En la arquitectura sacra, los sistemas de proporción y geometría, como los utilizados en las catedrales góticas europeas, no sólo organizan eficazmente el espacio, sino que también simbolizan lo sagrado. Las majestuosas alturas y los arcos apuntados de estas catedrales, como Notre-Dame de París, encarnan la aspiración al cielo, utilizando proporciones geométricas para crear una sensación de trascendencia. Además, el enfoque en la escala humana en edificios como el Templo del Cielo en Beijing sugiere que el uso de formas geométricas básicas como círculos y cuadrados no sólo crea orden visual, sino que también crea un entorno donde las personas pueden experimentar conexiones más profundas.
Las matemáticas siguen desempeñando un papel crucial en la arquitectura moderna y, a pesar de los avances tecnológicos, los principios matemáticos tradicionales todavía se utilizan para crear espacios armoniosos. Por ejemplo, en el Museo Guggenheim de Frank Lloyd Wright en Nueva York, se utilizaron formas geométricas en espiral para guiar a los visitantes en su viaje, creando una experiencia fluida y dinámica. Si bien los arquitectos de hoy experimentan con formas y materiales innovadores, muchos recurren a proporciones clásicas, como el Pabellón de Barcelona de Mies van der Rohe, para garantizar que la arquitectura resuene con la experiencia humana. Esto muestra que no importa cómo cambie la tecnología, la base matemática sigue siendo la base para diseñar espacios que no sólo satisfagan las necesidades prácticas, sino que también enriquezcan las experiencias emocionales y espirituales de las personas.
Blog creado en colaboración por Gabriela Beníquez, Alexannette Oppenheimer, Yarelis Serrano, Ariana Cruz
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